Fetiches: Inflación

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Hoy voy a hablaros de un fetiche tan interesante como sorprendente. El otro día me encontré con un vídeo, en mi opinión, bastante desconcertante e incluso, aterrador. Se titula "Belly inflation" y muestra a una chica canadiense llamada Sophia Sylvan sentada en la cama con un globo amarillo imaginándose lo que le gustaría tener el vientre hinchado como las embarazadas. Entonces, tras cambiarse un par de veces la camisa decide coger un inflador eléctrico y conectarlo mediante la manguera de aire a su interior a través del recto. Acto seguido y tras medirse el diámetro de su vientre, se tumba en la cama y enciende el inflador. Poco a poco se va apreciando como el aire empieza a expandir su estómago e intestinos hasta que, de repente, la chica muestra gestos de dolor e intenta apagar la máquina desesperadamente. El vídeo termina sin pronunciarse sobre cómo acaba la protagonista, pero tranquilos, se encuentra perfectamente bien y además mas tarde explicaré el posible por qué del final de este vídeo.

 

Los orígenes del Fetiche de la inflación corporal

En realidad es muy atrevido confirmar a ciencia cierta el origen de un fetiche o práctica sexual, pues el sexo es tan antiguo como la propia humanidad y seguro que en algún momento de la historia mas de uno sintió atracción sexual por expandir partes del cuerpo humano. Se define el fetiche de la inflación como aquel en el que se siente atracción sexual o excitación por la expansión a propósito de las partes del cuerpo humano, normalmente el vientre, pecho y nalgas.

Después de ver el vídeo de Sophia Sylvan decidí que necesitaba buscar información, no por sentir el mismo deseo sexual por la práctica, sino para entender cómo, por qué y si puede resultar peligroso para la salud. 

Resulta que hay muchísima gente fanática por esta forma de excitación sexual, y que hay un número muy grande de variables y connotaciones. Un post muy interesante que explica de manera personal la forma de entender la inflación es el publicado por CleverFoxMan en el sitio de artístas gráficos DevianArt, donde sube sus creaciones animadas relacionadas con el fetiche en cuestión.

Como él, y situados en la época moderna, muchos de los seguidores de la inflación corporal tuvieron su revelación desde niños cuando veían dibujos animados en los que los personajes eran inflados con aire o agua hasta el punto de flotar o explotar. Al parecer en lugar de risas se sentían extrañamente atraídos por estas imágenes de cuerpos hinchados desproporcionadamente. El ejemplo mas frecuente es el de la película original de Willy Wonka y la Fábrica de Chocolate, donde el personaje de Violet se comía un chicle inestable y se hinchaba como un arándano y se tornaba color violeta. El caso es que lo de volverse de color violeta también forma parte de una de las variantes del fetiche de la inflación.

 

Roles y variantes del fetiche de inflación corporal

Hay dos posiciones principales dentro de los roles para practicar el fetiche de la inflación. Por un lado esta el inflado, es decir, el que siente placer sexual siendo hinchado mediante cualquiera de los métodos existentes con agua, aire o comida. Por otro, y mas frecuente, el inflador u observador, que disfruta siendo testigo de la inflación de la otra persona ya sea una parte activa o no del mismo. También está quien le gusta tanto mirar o inflar como de vez en cuando ser inflado.

Después están las partes del cuerpo que pueden ser inflados. Aquí hay que decir que en la práctica real de este fetiche las partes del cuerpo que pueden ser susceptibles de agrandar intencionada y temporalmente son, obviamente, limitados. El mas común es el inflado del vientre. Curiosamente la predisposición a la práctica es tan frecuente en hombres como en mujeres. Por lo general, estas personas se introducen aire o agua a través del recto hasta que el diámetro de su vientre se nota mas grande de lo normal. Cuando se intenta agrandar el vientre mediante la ingesta de comida, el inflado come hasta tener el estomago totalmente lleno. Hay que diferenciarlo de la atracción sexual por la gente obesa, en la que el objetivo no es aumentar el diámetro del vientre para después volver al estado normal mediante el vómito o un tiempo de inactividad. Aún así, y se puede comprobar también con el caso de Sophia Sylvan que el uso continuado de la inflación mediante la ingesta de comida acaba, por lo general, en un aumento de peso notable.

El resto de partes del cuerpo se simulan hinchados mediante disfraces y prótesis. En plataformas digitales la imaginación no tiene límites y los efectos especiales se aplican tanto a fotografías como a vídeos.

A mucha gente le gustan los pechos grandes, pero claro, a veces te encuentras casos como el de Sabrina Sabrok que llegó a tener unos pechos operados gigantescos totalmente desproporcionados, y seguramente, sin saberlo, formen parte del grupo de amantes del fetiche de la inflación, en este caso, del pecho.

También están los amantes de la inflación de nalgas, siendo estas una combinación frecuente con el vientre y los pechos, tal y como representa el citado CleverFoxMan en sus dibujos.

Como podéis observar, este artística Fan de la inflación nos muestra en esta misma ilustración otra de las variaciones del fetiche, y es que un gran número de usuarios suelen mezclar el fetiche de la inflación con el de los rasgos de animales, normalmente colas y orejas de zorro o conejo.

En cuanto al tamaño de las partes infladas existe predilección por los tamaños exagerados, pero van desde un ligero aumento de tamaño hasta inflarse al tamaño del universo. Cuando la variante que provoca excitación sexual es la de aumentar exageradamente de tamaño existen dos finales posibles y siempre imaginarios. Por un lado está quien siente mas placer imaginando que la persona que está inflada hasta el límite explota y, como en los dibujos animados, reaparece intacto. Y por otro, un lado mucho mas Gore en el que al explotar el resultado es la muerte y un desmembramiento brutal. La mayoría prefieren la primera opción para no introducir el tema de la muerte en sus fantasías sexuales. En cualquiera de los dos casos, la explosión del inflado se puede entender como una metáfora del culmen de toda excitación sexual, la eyaculación y el orgasmo. Y aquí es donde volvemos al vídeo que dio origen a este artículo sobre la inflación. Dado que no he encontrado absolutamente nada sobre los posibles daños físicos que pueda causar esta práctica (a parte de las que todos sabemos por lógica que pasaría si te pasas de la raya) creo que la actriz porno Sophia Sylvan utiliza el dolor provocado por una sobre inflación del vientre como analogía a las explosiones de las fantasías sexuales de los seguidores del fetiche.

 

Un fetiche cada vez menos Tabú

Como otros muchos fetiches el de la inflación está dejando de ser una práctica tabú y poco conocida en gran parte gracias a el maravilloso mundo de Internet, donde cualquiera puede buscar y consultar sobre cualquier tema que le interese.

El fetiche de la inflación es uno en los que menos se hace necesario la presencia de cuerpos desnudos o sexo explícito, pues el mero de hecho de observar el aumento de tamaño paulatino de un vientre es suficiente para obtener placer sexual. Tan inocente puede parecer, que incluso en YouTube puedes encontrar ejemplos de la práctica de la inflación del vientre.

 

Si tienes mas curiosidad por la práctica del fetiche con desnudos, en este vídeo de Xvideos puedes ver a una chica jovencita en el baño inflándose el vientre. Existen multitud de fotos y comunidades donde la gente que se empieza a sentir atraída por el fetiche de la inflación publica sus dudas y consultas sobre el tema, como este del portal Reddit donde un usuario pregunta preocupado sobre su atracción sexual por el fetiche de la inflación. De nuevo el usuario CleverFoxMan en su canal de YouTube nos ilumina de una forma muy creativa y clara con un vídeo explicativo sobre el fetiche de la inflación.

 

Por último, y para concluír, te dejo un enlace de una entrevista en Francés realizada a un fetichista de la inflación llamado Thomas de 50 años por una periodista llamada Marie Klock, en la que las incomodidades y las situaciones raras son la guinda del reportaje.

 

Conclusión

¿Te sientes atraído por los vientres inflados? Yo no, pero me parece fascinante.

 

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