A Amber Alena le encantan los ejercicios, pero lo que realmente prefiere es meter la polla del entrenador personal Xander Corvus entre sus enormes tetas. Sin embargo, después de que su dominante marido casi los pilla, hace pasar rápidamente a Xander por la puerta y Amber se siente angustiada. Para refrescarse, comienza a usar su bicicleta estática, que está justo al lado del sofá donde su marido está viendo la televisión, pero cuando Xander vuelve a la casa comienza a molestar a Amber a espaldas de éste, y las cosas claramente se intensifican. El entrenamiento que ella siempre había esperado.
Calmando las ganas
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