La industria del porno sirve a veces para demostrar a todos los niveles que el mestizaje da lugar a mujeres de una belleza sin igual. Una de esas Diosas perfectas de cuerpo y cara es Maria Ozawa, fruto de la unión entre Canadá y Japón. Esta chica estuvo 10 años grabando porno entre 2005 y 2015 mas o menos, y dejó tras de sí un gran número de fans enamorados de sus encantos, y no es de extrañar.
Aunque al principio sólo se la podía ver en vídeos porno pixelados, en cuanto pudo trabajó para productoras fueras del país nipón y empezaron a aparecer sus primeros vídeos sin censura, entre los que destacaban los de Interracial.
Entre tanta starlet y nuevas promesas creo que siempre es bueno rememorar las escenas de aquellas que se quedan grabadas en la mente, ya sea por su belleza o por su saber hacer en el sexo, y creo que Maria Ozawa es una de esas chicas que se merecen ser adoradas incluso después de retirarse.